¡Hola, susurradores de piernas!
Es el primer blog del año y estoy muy contento porque parece que este 2022 va a estar lleno de cosas. Bueno, para empezar ya no tengo mucha disponibilidad para formaciones para el primer y segundo trimestre, eso siempre es una buena señal ya que significa que estoy ocupado con muchas. ¡Estamos en crecimiento!
El libro está pendiente de pasar a manos de la editorial en cuanto acaben las ilustraciones. Todo lo de más está hecho, imaginaos.
Además, «dentro de poco» se pondrán en marcha tres nuevos cursos online muy muy interesantes y sobretodo, innovadores.
Mi objetivo es… ¡nadie sin su compresión!
Bueno, dicho esto hace poco en Instagram hice una historia hablando de la crepe (tortita de harina y huevo de origen francés) y su relación con las piernas. Sí, a veces me da por comparar comida con las piernas, es lo normal.
La cosa es que la crepe te avisa cuando una cara está hecha porque le salen burbujas en la parte superior. Es como si te hablara. Lo mismo pasa con las piernas, si te fijas en ella y no tanto en la herida te susurran cosas que luego puedes utilizar para emitir un diagnostico.
De ahí salió hablar de qué herramientas se utilizaba para pensar en las pierna como parte de una persona y no tanto pensar solo en la herida. Aquí es donde entra HEIDI.
Este acronimo me lo hizo conocer Miguel Angel Mellado de HERIDEA. Un mago multitarea que sabe tratar de forma impresionante las personas que sufren heridas. Tiene mi admiración.
Acronimo HEIDI
Últimamente están saliendo muchos acronimos y creo que esta bien aunque tantos puede provocarnos una saturación y hacer que pasemos de ellos…
Este acronimo es muy intuitivo y no requiere esfuerzo extra, realmente es lo que hacemos día a día pero ordenado. Yo lo tengo tan integrado en la práctica que no pienso en él nunca, sale solo.
Este es el que uso yo cuando quiero valorar cualquier edema o úlcera de extremidad inferior
Al lío…
Detallando el acronimo
H – Historia clínica
Hay que conocer a la más que su propia pareja o madre
Mirar a la persona. Antecedentes médicos, quirúrgicos, hábitos y ocupación de la persona. Su nivel socio económico, psicológico y espiritual también están incluidos.
Aquí el objetivo es detectar aquellos elementos que entorpecen la cicatrización y detectar los factores de riesgo de las patologías que cronifican las lesiones (insuficiencia venosa crónica, enfermedad arterial periférica, etc).
Realmente los factores de riesgo que detectamos en una persona nos dan muchísimos datos.
E – Exploración
Es el momento en el que escuchamos los susurros de las piernas
Toca poner la mira en la pierna. Observar todos aquellos aspectos que pueden darnos datos. Muchas patologías típicas se detectan en esta fase.
Aspecto general de la extremidad
- Dermatitis ocre, lipodermatoesclerosis, atrofia blanca, varices, edema… Nos alertan de patología venosa
- Atrofia muscular, palidez, frialdad, falta de pelo… Nos dan datos sobre problemas arteriales
- Pliegues cutáneos profundos, papilomatosis.. Signos linfáticos
Recordar que todo esto junto se puede encontrar en una pierna y una cosa no excluye la otra.
Exploración sin requerirar instrumentos
- Palpación de pulsos
- Signo de Stemmer: signo sensible para detectar linfedema. Consiste en tratar de pellizcar el segundo dedo del pie. Si debido al edema del dedo no es posible pellizcarlo, es positivo.
- Maniobra de Samuels: exploración para detección de arteriopatía. En decúbito, eleva las piernas de la persona 30º. Explicar que realice ejercicios de dorsi-flexión. Es positivo si blanquea la planta del pie o aparece dolor isquémico (p.e claudicación intermitente)
- Replección capilar: exploración para detección de arteriopatía. apretar los pulpejos de ambos pies y valorar cuánto tarde en desaparecel la palidez. Positivo si +4 segundos.
Edema
- Aspecto: fóvea +? Signo más típico de edemas iniciales linfáticos o patologías sistémicas como la insuficiencia cardíaca
- Cuándo mejora y cuando empeora: si mejora en el descanso nocturno sugiere patología venosa, si no reduce sugiere componente linfático.
Dolor y otras sensaciones (prurito, escozor, etc)
El dolor nos dice muchas cosas…
- Punzante: infección
- Constante que reduce en declive: arteriopatia
- Profundo, dolor a la palpación fuera de la zona de la lesión (especialmente en pies): osteomielitis
- Constante y que no reduce en ninguna posición: posible arteriolopatia
- Constante, quemazón, que reduce al descansar las piernas o al elevarlas: venoso
Lesión
Fijáos lo que hemos tardado en ir a ver la herida. Aquí veremos como apareció, localización, perilesión, bordes, lecho, tipo de tejidos, exudado…
Esto complementa los datos y nos ayuda a emitir un diagnóstico. A veces, hay datos de las lesiones que alertan de que no es lo que parece. A veces la pierna te da susurra contradicciones.
Os pongo un ejemplo:
Una persona que tiene una lesión completamente esfacelada en zona externa de la pierna, con mucho dolor. Post-traumática. Con una extremidad que sugiere afectación severa de patología venosa (todos sus signos…).
Pensaríamos en patología venosa y por ende, en una úlcera de etiología venosa, pero la localización es externa, esta esfacelada, tiene mucho dolor…. Aunque la pierna tenga todo el aspecto de una patología venosa, la lesión sugiere ser más bien una úlcera hipertensiva de Martorell.
¿Entonces toda la exploración previa no sirve de nada?
Al contrario, porque esta patología venosa (o cualquier otra cosa que detectemos) aunque no sea la causa principal son causas concomitantes para la cronificación. Por lo que tienes que abordar todo igual.
I – Investigación
Fase opcional
Lo que realizamos en esta fase son todas aquellas pruebas complementarias que confirman nuestro diagnóstico. Esto significa que son complementarias NO SON IMPRECINDIBLES.
Algunas nos ayudarán a emitir un diagnóstico más certero, como pasa con la linfogammagrafía isotópica en el linfedema y otros para confirmar tus sospechas, como el índice tobillo-brazo en la arteriopatía. ¡Sirve para confirmar no para descartar la arteriopatía!
Nunca deberían prevalecer por encima de tu ojo clínico y tu criterio ni impedirte emitir un diagnóstico si no las tienes (excepto en casos de úlceras atípicas).
D – Diagnóstico
Hacemos un resumen de todos los datos que tenemos
Una vez hemos realizado los tres pasos previos: historia clínica, exploración e investigación, ya podemos emitir un diagnóstico.
Que recordar que el diagnóstico no es unitario, si los pacientes son batidoras los diagnósticos también. Es importante añadirle APELLIDOS a las úlceras.
Ejemplos
- Persona con úlcera de etiología venosa con componente arterial moderado
- Persona con úlcera de etiología venosa con linfedema secundario asociado
- Persona con úlcera hipertensiva de Martorell con insuficiencia venosa crónica asociada
I – Intervención
Final del trayecto
Aquí no me voy a alargar mucho. Simplemente vamos a realizar un abordaje integral acorde a todos los diagnósticos que hemos emitido en el apartado anterior.
Curioso que «¿qué le pongo?» sea lo menos relevante de esta historia.
Ejemplo de aplicación de HEIDI
Espero que os haya gustado y se note el esfuerzo puesto. Si queréis ayudarme, compartirlo y comentar.
¡GRACIAS!
Si quieres saber más
Os dejo bibliografía que he usado para elaborar este documento:
- Harding K, Gray D, Timmons J, Hurd T. Evolution or revolution? Adapting to complexity in wound management. Int Wound J. 2007 Jun;4 Suppl 2:1-12. Disponible en: https://pubmed.ncbi.nlm.nih.gov/17543040/
- Kim Kaim. Wound Care Resource. Wound Assessment. 2016. Disponible en: http://woundcareresource.com/assessment.html